octubre 2023

The Macallan 1926

Buscando información para mi otra página, labodegaimaginaria.com, me encontré ayer con la próxima subasta en Sotheby’s de una botella de The Macallan 1926 Valerio Adami. Probablemente esto te dejará indiferente, a fin de cuentas ni tu ni yo vamos a pujar por ella y tampoco es que tengamos un especial interés en las subastas. Pero si la subasta de una sóla botella de whisky genera tanta expectación como en este caso es por algo, y es que The Macallan 1926 es la botella de whisky más cara que se ha vendido jamás, en 2018 y 2019 salieron 3 a la venta y las 3 veces se batió el record, alcanzando en la última el precio de 1.716.000 €.

La historia comienza lógicamente en 1926, cuando se rellenó la barrica de Jerez nº 263 con Macallan recién destilado. Tuvieron que pasar 60 años hasta que en la destilería pensaran que ya era suficiente y se decidieran a embotellarlo. Sólo 40 botellas.

De las 40 botellas 14 salieron con etiquetas de la colección Fine & Rare, una de las cuales es la que se subastó en 2019. Dos botellas se quedaron sin etiquetar y una de ellas fue pintada a mano en 1999 por el artista irlandés Michael Dillon representando la Easter Elchies House de Macallan, en 2018 fue la primera botella de whisky en superar el millón de libras. Otras 12 botellas salieron a la venta en 1989 con etiquetas diseñadas por Sir Peter Blake, famoso por su diseño de la portada del álbum Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de los Beatles. Finalmente, las doce restantes salieron en 1993 con etiquetas del pintor italiano Valerio Adami.

Una de las 40 botellas, al menos, se sabe que se la bebió algún afortunado en Japón, de la segunda botella sin etiqueta no se sabe nada y se cree que una de las 12 de Adami se rompió en un terremoto, también en Japón, en 2011.

La botella que se subasta es, además, la primera reacondicionada por la destilería Macallan. Se han sustituído cápsula y corcho y repegado las esquinas de las etiquetas. También se ha tomado una muestra de 1 ml del contenido. El precio estimado por Sotheby’s es entre 858.000 y 1.374.000 €, aunque es bastante problable que se supere. Si te animas a pujar la subasta se celebrará el próximo 18 de Noviembre.

Todo ésto hace que The Macallan 60 1926 sea el whisky con el que todo coleccionista sueña, y seguramente toda casa de subastas también.

Catamos Gin Xoriguer

Gin Xoriguer es una ginebra elaborada en Mahón, en la isla de Menorca. Si, ya se que eso no es decir mucho, pero es que Mahón es una de las dos únicas Indicaciones Geográficas Protegidas de Gin en Europa ( la otra es Plymouth), ya vamos afinando un poco más. Pero es que además Xoriguer es la única ginebra adscrita a la IGP Gin de Mahón.

¡Vaya!, así que estamos ante una ginebra única. Y encima se elabora sobre una base de alcohol vínico, en un alambique de cobre de más de 250 años, mediante destilación simple sobre fuego directo de leña y siguiendo una receta de principios del siglo XVIII.

Pero vamos al principio de la historia. La isla de Menorca estuvo bajo dominación inglesa entre los años 1712 y 1802. En el siglo XVIII comienza en Inglaterra la Gin Craze y los soldados británicos no eran ajenos a este gusto por la ginebra, en realidad no era sólo una cuestión de gustos, la ginebra era la bebida de la Inglaterra protestante frente al brandy de la católica Francia que hasta entonces había estado de moda. Pero sigamos en Menorca, los soldados (y no soldados) británicos pedían su ginebra en las tabernas menorquinas, así que para satisfacer la demanda se comienza a comerciar con alcoholes y bayas de enebro y a construir alambiques en la isla.

Poco a poco se fue extendiendo el consumo, y ya no sólo se abastecía la isla sino que se comenzó a vender fuera. Como el puerto donde se embarcaba era el de Mahón se empezó a conocer como Gin de Mahón.

En 1945 Miguel Pons Justo funda la destilería Xoriguer en el puerto de Mahón, como no, y desde entonces ha permanecido en su familia.

He de confesar que mientras escribía ésto ya estaba catando la ginebra, así que si hay algún dato erróneo decídmelo por favor en comentarios y lo modifico. Por cierto, quiero aclarar que las catas se hacen en varios días, que no quiero fomentar el abuso del alcohol.

En nariz es muy aromática, con el enebro muy marcado, también notas resinosas y herbáceas, recuerdos de romero, tomillo, lavanda, pimienta blanca y algún toque cítrico al final, pero aquí manda el enebro, y mucho. En boca es densa y cálida, suave, con una agradable sensación picante.Sigue predominando el enebro, después resina y un poco de limón. El final sigue siendo cálido, con un leve gusto a regaliz. Es una ginebra directa, con mucha personalidad.

Con tónica da muy buen resultado, no en vano es una de las dos ginebras recomendadas por el chef José Andrés para prepararlo y no seré yo quien le lleve la contraria, pero sigue siendo peculiar, con el enebro muy presente y también resina, pino. Creo que le van muy bien los cítricos y la fruta en general, así que después preparé otro con zumo de naranja y un poco de limón además de tonica. Si, ya sé, eso no es un gintonic, pero te aseguro que Xoriguer funciona muy bien con los zumos, al tener un gusto tan pronunciado sigue estando presente y te va a permitir preparar cócteles con menos alcohol pero con mucho sabor.

Y por fin llegamos a la pomada, que no vamos a enseñar ahora a los menorquines cómo se bebe su ginebra. Puedes prepararla con limonada o refresco de limón (en Menorca suele ser Kas) o, si te gustan las burbujas pero prefieres el limón natural, hacer la limonada con soda en vez de agua. Te va a gustar de todas formas, el limón suaviza el sabor de la ginebra y resulta un combinado muy refrescante… y peligroso, recuerda aquellas patatas que no podías comer sólo una.

Por último, quiero dar las gracias a Gin Xoriguer por habernos enviado la ginebra para la cata.

Poitín, el destilado secreto de Irlanda

¿Has oído hablar alguna vez del Poitín? Este destilado irlandés es uno de los más antiguos del mundo y ha sido ilegal desde 1661 hasta 1997. Curiosamente, después de más de 300 años prohibido, en 2008 la Unión Europea lo incluyó entre los productos con Indicación Geográfica Protegida como Irish Poitín / Irish Poteen. También es conocido como Irish Moonshine (Moonshine es el nombre que se da a los licores ilegales hechos en casa debido a que se transportan de noche, a la luz de la luna). Su nombre viene de la palabra gaélica pota por pot, para referirse a los pequeños alambiques (pot still) utilizados en su destilación. No por casualidad la palabra irlandesa para designar la resaca es póit.

La historía del Poitín es confusa, al haber sido un producto ilegal no hay muchas referencias escritas. Para algunos es el antecesor del whisky y empezó a elaborarse en el siglo VI d.C. aunque las primeras evidencias arqueológicas de la destilación en Irlanda son de alrededor de 1400. De hecho, en un principio el poitín se elaboraba con cebada malteada, igual que el whisky.

En 1661, durante el reinado de Carlos II, se introducen nuevos impuestos sobre el alcohol en Irlanda y mayores restricciones para su destilación, se fomentaba el uso de grandes alambiques comerciales donde era más fácil el cobro de los impuestos. El impuesto se pagaba por la mera posesión de un alambique, no por su producción. A medida que aumentaron las restricciones aumentaron también los destiladores ilegales lo que hizo que el Poitín se elaborara en zonas rurales, donde era más fácil ocultarse, incluso había alambiques que se situaban en los límites de la propiedad para dificultar la identidad del titular para evitar el pago de impuestos.

En 1731 se promulga otra ley donde se prohibía la destilación “en la parte montañosa del reino, lejos de una ciudad con mercado” y en 1732 sólo se pueden erigir alambiques en ciudades con mercado o villas situadas a 2 millas como máximo.

En la década de 1780 se prohíben en Irlanda los alambiques con menos de 200 galones de capacidad (757 litros), es la época dorada del Potín hasta 1809, en este año se eliminan los beneficios a los grandes destiladores y poco después se reducen los impuestos sobre el alcohol a la mitad, con lo que cada vez destilar ilegalmente tiene menos incentivos.

Hasta principios del siglo XIX el ingrediente principal del Poitín era la cebada malteada pero con la introducción del impuesto a la malta se comenzó a utilizar grano sin maltear. Hasta aquí la historía del Poitín y del whisky van en paralelo, se puede decir que el Poitín era una especie de whisky casero sin envejecimiento, pero en 1880 la melaza ya era un ingrediente común y a principios del siglo XX se comenzó a utilizar azucar, patatas e incluso manzanas.

Debido a su carácter ilegal su calidad era muy irregular y dependía de la pericia del destilador y del equipo del que disponía. Así, mientras que algunas familias eran famosas por su Poitín, eran frecuentes las advertencias sobre su consumo, del que se decía que podía provocar ceguera, y seguramente con motivo, por la cantidad de metanol que puede contener un alcohol mal destilado. También era famoso por su alta graduación alcohólica, el Poitín tradicional oscilaba entre los 60 y los 90º, aunque la reglamentación actual habla de un mínimo de 40º y un máximo de 94,7º. Actualmente hay varias destilerías irlandesas que ofrecen Poitín en su portfolio, la mayoría tienen una graduación cercana a los 40º pero podemos encontrar también Poitíns como Knockeen Hills Irish Poteen Quadruple Distilled con 90º (en la imagen).

Alrededor del Poitín existen varias leyendas, se dice por ejemplo que si tienes resaca de Poitín no bebas agua o te volverás a emborrachar y que usado para masajear las articulaciones mejora la artritis.

Si lo has probado agradecemos que dejes tu opinión, nosotros por nuestra parte prometemos publicar una cata de Poitín lo antes posible.

Catamos Alkkemist Gin

Alkkemist Gin es una ginebra española destilada bajo la luz de la luna llena. Sí, sí, bajo la luz de la luna llena, así como en la antigua alquimia cada fase lunar significaba un paso en la transmutación hasta llegar al plenilunio, cuando la materia ya debía haber transmutado en oro, los creadores de Alkkemist Gin destilan su ginebra únicamente 12 veces al año, cuando más grande es la influencia de la luna. Sobre una base de alcohol de grano tridestilado, Alkkemist Gin se destila cuatro veces en alambique tradicional de cobre, utilizando únicamente el corazón de cada destildada. El uso de alambique tradicional ya nos da una pista de su apuesta por la calidad.

En su elaboración se utilizan nada menos que 21 botánicos, enebro, hinojo marino, salvia, hierbaluisa, manzanilla de Mahón, manzanilla dulce, petalos de rosa, melisa, té de roca, tomillo, hinojo, angélica, cardamomo, cilantro, corteza de naranja y limón, menta, poleo, rabo de gato y agrimonia, al final del proceso se añade también uva moscatel. Alkkemist no es una London Dry Gin, el enebro cede su protagonismo a los aromas florales en una ginebra de corte moderno.

En cualquier caso, se trataba de catar Alkkemist y comentar nuestras impresiones, así que es a lo que vamos.

Hemos comenzado probando la ginebra sóla. En nariz aromas de garriga, la primera impresión es más balsámica, pino, menta, y después aparecen romero, tomillo, enebro, lavanda y anís, también cítricos. Al final aparecen las flores, rosas, y el dulzor de la moscatel. Al añadir un poco de hielo se intensifican estos últimos aromas. En boca es muy suave y compleja a la vez, van apareciendo sutilmente los aromas de los botánicos en una sensación muy agradable, destacan más los cítricos que en la nariz, también más fruta, fresa y uva, con un toque salino. Final anisado.

Aunque Alkkemist se puede beber sóla perfectamente, vamos a beberla normalmente en combinados y por tanto lo primero que preparamos es un gintonic tradicional con una ginebra neutra y una rodaja de lima. Nos ha gustado mucho, aunque si lo que te gustan son las ginebras clásicas donde destaque en enebro y se usen pocos botánicos probablemente Alkkemist no va a ser tu ginebra favorita, en cualquier caso merece la pena que la pruebes porque te va a sorprender. El perfil de Alkkemist es más el de una ginebra contemporánea, para un público deseoso de experimentar y probar cócteles novedosos.

Nuestra siguiente preparación fue precisamente en esta línea, mezclamos Alkkemist con un mixer de berries y le añadimos una rodaja de pomelo, flor de hibisco, frambuesa y una mini rosa seca. El resultado fue un combinado muy refrescante, perfecto para las tardes de verano. Se destacan los aromas florales y la fruta y, al no tener el amargor de la quinina, el dulce de la uva moscatel. Este tipo de cócteles gustará seguramente a consumidores de vodka no acostumbrados a la ginebra.

Por último hemos probado Alkkemist en un Dry Martini. Al ser una ginebra muy aromática pero delicada le hemos añadido sólo unas gotas de vermut. Aquí también destacan los aromas florales y la uva moscatel sobre un fondo anisado. Sólo puedo deciros que está bueno, muy bueno.

Nos hemos quedado con las ganas de preparar un Tom Collins, aunque creo que no tardaremos mucho y sospecho que no nos va a defraudar.

Queremos, por último, dar las gracias a Alkkemist Gin por habernos envíado su ginebra para esta cata. Y si os habéis quedado con ganas de probarla podéis comprarla aquí

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